Potosí, sede del yacimiento minero de plata más grande del mundo, testigo de la riqueza extraída de las entrañas del Cerro Rico que dio la vuelta al mundo, activando las economías de Europa y Oriente durante la colonización y en cuyos vestigios se reflejan en una arquitectura colonial que transmite el esplendor de su pasado en imponentes edificaciones como La Casa de la Moneda y las místicas iglesias.